L'Osservatore romano confirma el nombramiento de tres obispos chinos en diciembre con autorización vaticana

El diario del Vaticano, "L'Osservatore romano", confirmó que el nombramiento de Joseph Li Jing, de 37 años como obispo coadjutor de la diócesis de Ningxia, en el noroeste de China, cuenta con la autorización del Vaticano.

Al nombramiento de Li Jing se suman la ordenación también en Diciembre del nuevo Obispo de Guangzhou (sur), Mons. Joseph Gan Junqiu, de 42 años, y de Francis Lu Shouwang, de 41, como obispo de Yichang, en la provincia de Hubei (centro), lo que supone un paso adelante en las relaciones entre ambos Estados. Estos nombramientos se producen después de que Benedicto XVI enviara una carta a las autoridades chinas en las que expresaba su deseo de restablecer las relaciones diplomáticas con el país y abogaba por un acuerdo con el Gobierno chino para el nombramiento de los obispos. Según el diario vaticano, en la ceremonia de ordenación de Joseph Li Jing, que estuvo presidida por el obispo de la diócesis, John Liu Jingshan, de 95 años, participaron cerca de 2.000 fieles.


Un poquito de historia y geografía: Yichang - una diócesis bajo el agua

La presa de las Tres Gargantas la engullirá y obligará a emigrar a 30.000 católicos El nuevo obispo quiere que en su escudo figure el dibujo de la presa como testimonio del «profundo cambio» que producirá.

La presa se levanta a orillas de la ciudad Yichang, en la provincia de Hubei, en el centro de China. El futuro embalse llevará el nombre de Sandouping, y podrá almacenar 39.000 millones de m³. Contará con 26 turbinas de 700.000 kW cada una, equivalentes a una potencia de 18,2 gigavatios (GW), generando en conjunto una energía eléctrica de unos 84.000 millones de kWh al año.La presa tiene como finalidad, además, mejorar las condiciones en el curso medio e inferior de río, permitiendo controlar las inundaciones y mejorar la navegación fluvial. Tendrá dos centrales hidroeléctricas que contendrán un total de 26 turbinas. La represa tendrá 2.309 metros de largo y 185 metros de alto.

Esta monumental obra -la mayor presa del mundo- dejará bajo el nivel de las aguas a 19 ciudades y 326 pueblos, afectando a más de 1.900.000 personas y sumergiendo unos 630 km2. de superficie de territorio chino.

Al nuevo obispo de Yichang, en China, le ha tocado dirigir una diócesis que dentro de poco se encontrará varios metros debajo del agua. Monseñor Lu Shouwang se ha puesto al frente de una comunidad de 30.000 católicos que viven en la región donde se está construyendo la Presa de las Tres Gargantas, la más grande del mundo, un proyecto faraónico con el que el Gobierno chino pretende abastecer de electricidad a decenas de millones de personas. Cuando en 2010 finalicen las obras, 140 ciudades y 4.000 pueblos quedarán sumergidos bajo el agua. Y con ellos, las casas y templos de los católicos de esta región, obligados a emigrar a otras ciudades junto con el resto de los cerca de 6 millones de chinos (algunos informes hablan de 10) que tendrán que abandonar sus casas. No les espera, además, un futuro prometedor. Lu Shouwang, que como el resto de los obispos oficiales chinos cuenta con el visto bueno de Pekín, no ha podido olvidar la injusticia que trae de la mano el desarrollismo acelerado impuesto por el Gobierno. Anunció que incluirá el dibujo de las Tres Gargantas dentro del escudo episcopal, para dejar testimonio del «profundo cambio». Además, ha ordenado habilitar decenas de centros de rezo al lado de los campamentos de los desplazados y en las ciudades limítrofes, para que los católicos de la diócesis puedan seguir practicando su fe. Monseñor Lu fue nombrado el 30 de noviembre, convirtiéndose en uno de los primeros obispos chinos beneficiados por la distensión protagonizada entre el Vaticano y el Gobierno de Pekín después de la carta reconciliadora de Benedicto XVI. Y es que, desde finales de este verano, varios obispos oficiales chinos cuentan con el visto bueno del Vaticano.

Guangzhou (Cantón):
Dice en nuevo arzobispo de Guangzhou: “También en China la Iglesia es Una y Católica”. Antes de impartir la bendición final a los fieles, Mons. Gan recalcó que la Iglesia es “una, santa, católica y apostólica”.

La Iglesia Católica, también en China es “una, santa, católica y apostólica” fue el mensaje del nuevo arzobispo de Guangzhou Mons. Joseph Gan Junqiu, minutos antes de dar la bendición final a los fieles que se habían reunido en la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús para participar en su ordenación.

La Misa solemne tuvo lugar en la gran catedral, recientemente renovada, que está en pleno centro de la ciudad. El templo estaba a rebosar, los 900 que pudieron entrar recibieron números de asientos asignados.Mons. Gan aprovechó el momento de la Paz para bajar del altar, salir de la cathedral y entrar en una sala contigua donde otros católicos seguían la ceremonia a través de una pantalla gigante. Allí abrazó a los extrangeros presents como signo de communion con la Iglesia Universal.