En unas bellas palabras Karl Rahner nos dice lo siguiente:
El error grande y triste de mucha gente… es imaginar que aquellos a quienes la muerte ha llevado nos abandonan. ¡No nos abandonan! ¡Permanecen! ¿Dónde están? ¡Oh, no! Somos nosotros los que estamos en la oscuridad. Nosotros no los vemos, pero ellos sí nos ven. Sus ojos, radiantes de gloria, están fijos en los nuestros.