Después del espectáculo de Shanghái el P. Márquez y yo nos fuimos al aeropuerto y después de dos horas y medio de vuelo aterrizamos en Taiyuan.
Taiyuan, capital de la Provincia de Shanxi.La ciudad tiene una población de tres millones y medio de habitantes. Ya te hemos contado en otros boletines algo sobre esta ciudad. Vamos allí con frecuencia. Ayudamos en la formación de religiosas… haciendo lo que podemos.
Más de 60 religiosas participan en un curso de formación teológica de dos años. Están ansiosas por aprender… y viven un lugar muy congestionado, muy pequeño. En realidad la Hermana que organiza los cursos nos dijo que tuvo más de 200 aplicaciones y lo que más le duele es tener que decir que no hay más lugar.
Más de 60 religiosas participan en un curso de formación teológica de dos años. Están ansiosas por aprender… y viven un lugar muy congestionado, muy pequeño. En realidad la Hermana que organiza los cursos nos dijo que tuvo más de 200 aplicaciones y lo que más le duele es tener que decir que no hay más lugar.
Aquí tienen algunos momentos del día – clases y oración:
A unos 100 klms de Taiyuan está la ciudad de Fenyang. Allí está Mons. Juan Huo. Y allá nos fuimos para saludar al Obispo y compartir con él nuestros proyectos. Con sus 86 años a cuesta es uno de los 8 obispos de la Provincia de Shanxi. Nos atendió de maravillas y nos escuchó con mucho interés. Cuando le comentamos las dificultades que encontramos, en tono sereno pero fuerte a la vez nos dijo: “¡No tengan miedo… confíen en Dios – encontrarán soluciones!”
Vemos en él un hombre de Dios. Le ha tocado sufrir mucho en décadas pasadas y es un hombre que te infunde mucha paz. Salimos fortalecidos por su testimonio y sus palabras.
Vemos en él un hombre de Dios. Le ha tocado sufrir mucho en décadas pasadas y es un hombre que te infunde mucha paz. Salimos fortalecidos por su testimonio y sus palabras.
Alberto con el Obispo Juan Huo y la Hna. Clara.