Claretianos en China

En 1929, cuando los claretianos pusieron por primera vez el pie en China, este era un país muy distinto del actual; 18 años antes, en 1911, la dinastía Qing caía tras el levantamiento de Wuchang y una joven República luchaba por no desintegrarse entre los enfrentamientos de los caudillos locales y las ansias coloniales de las potencias occidentales.

La aventura claretiana en Kaifeng (Henan) no tuvo éxito y el P. Fogued, sólo pues su compañero enfermó y se volvió a España, consiguió en 1933 el vicariato de Tunxi (Anhui) como tierra de misión en China para los Claretianos.
Tunxi (Huangshan) es una ciudad muy antigua
y con mucha historia. Allí es estableció una prefectura hace 2200 años.
Tunxi (Huangshan) lugar de la primera misión Claretiana en China

En total 27 claretianos pasaron por allí: 25 españoles, un brasileño y un italiano; 2 murieron mientras servían en la misión. En 1949 el Partido Comunista Chino se hacía con el poder y en noviembre de 1952 salían expulsados los últimos claretianos de China; dejaban atrás 22 años de dura misión e incontables sueños. Muchos quisieron ir a aquella misión, entre ellos Rafael Briega, mártir de Barbastro. Los claretianos expulsados volvieron a sus países o se incorporaron a otras misiones claretianas en Asia, como Filipinas o Japón. No se abrió ninguna comunidad en tierras culturalmente Chinas como Macao, Hong Kong o Taiwán.

Rafel Briega, uno de los jóvenes mártires de Barbastro, estudió chino y escribió un mensaje a los misioneros de China en 1936:“No puedo ser misionero en China como me hubiera gustado, pero etoy deseose de ofrecer mi sangre por la misión de China; y cuando vaya al cielo no me olvidaré nunca de rezar por esta misión de China”.

Con motivo de la beatificación de los mártires de Barbastro en 1992 los claretianos se comprometen a retomar el testimonio misionero en China y en 1994 se abre la misión de Taiwán. En Enero 2006 se abre Macao; Harbin con Claretianos de Corea del Sur lo había hecho un poco antes. Y así comienza a haber una presencia continuada en China continental.

Hoy, tras 6 años, la labor claretiana en China empieza a exigir nuevos planteamientos; pasar del aterrizaje y primera toma de contacto a diseñar estrategias que sienten las bases para el futuro.
Hoy en día hay 14 claretianos trabajando en China-Taiwán; frente a la “hispanidad” de aquellos años hoy la presencia es tan variada como la misma congregación: Argentina (1), Chile (1), China (1), España (1), India (6), Italia (1), Macao (1), Taiwán (1) y Polonia (1).
Claretianos que trabajamos en China (el P. Paco, que nos manda esta nota, es el primero de la izquierda).

La labor misionera que realizamos es básicamente de apoyo a la iglesia local allá donde estemos. En Taiwán y Macao-Hong Kong tenemos una presencia abierta y directa, en parroquias, seminarios, publicaciones…

En China continental, sin embargo, nuestra presencia es velada; no se puede hacer labor directa de predicación-anuncio sin levantar sospechas, por lo que nos limitamos a colaborar con las estructuras pastorales locales en aquello que nos pidan (cursos, retiros, encuentros…) o trabajar como profesores, estudiar… Uno de los objetivos principales de nuestra misión en China es estar, ser-con, o “plantar la tienda” que diría S. Juan de la Cruz.

El P. Paco (segundo de la derecha)
con un grupo de sacerdotes chinos.

Con la antigua misión Claretiana de Huangshan retomamos el contacto en 1995 y desde entonces les hemos ayudado a levantar un sencillo templo y empezar a organizar comunidades cristianas en los antiguos núcleos de misión.
Está en construcción un Nuevo templo en Huangshan,
antigua misión claretiana en China

Gracias al apoyo de PROCLADE y otras instituciones colaboramos en la promoción de la Biblia en China y la formación de sacerdotes, religiosas y agentes de pastoral laicos. Muchos de los que leéis Solidaridad y Misión seguro que también habéis aportado vuestro granito de arena. Gracias y bienvenidos, siempre, a esta tierra fascinante y prometedora.

Fan Kailing.

Fan Kailing es nuestro P. Paco que nos hace llegar esta interesante nota desde Beijing. El P. Paco está acabando de escribir (¡en chino!) su tesis doctotal.