“Grandes cosas hizo el Señor por nosotros, rebosábamos de gozo!” (Salmo 126)

Nos cuenta el P. Paco Carín
Seminaristas que acabaron sus estudios teológicos En agosto de 2006 los Claretianos entramos en China por segunda vez (en 1929 lo habían hecho nuestros antepasados). Un recién llegado, un hermano y un sacerdote llegamos a Beijing. El Hermano novicio hizo su primera profesión en la capilla del Seminario Nacional. Fue una buena ocasión para ponernos en contacto con los profesores del Seminario Nacional. Esto hizo posible que después de un año invitaran al hermano profeso y al sacerdote para transladarse a los locales del Seminario para enseñar inglés e Historia de la Cristiandad en la Edad Media. 
Fue un año muy especial, un tiempo en el que pudimos compartir a tiempo completo con una gran comunidad china. Allí había sacerdotes diocesanos provenientes de toda China y más de 70 seminaristas junto con algunas hermanas que estaban ayudando en el seminario. Con ellos reìmos, estudiamos y oramos juntos. Compartimos también algunos momentos difíciles cuando las cosas no iban como esperábamos.

El 29 de junio de 2012, en la fiesta de los Santos Pedro y Pablo graduó el grupo de seminaristas que comenzaron sus estudios de teología en 2006. Pronto volverán a sus respectivas diócesis, algunos serán ordenados dentro depoco, mientras que otros todavía tendrán un año pastoral antes de su ordenación, pero todos intentarán poner en práctica no sólo lo que han aprendido en los años de estudios teológicos, sino también su experiencia personal de Dios. 
Durante la graduación me sentía conmovido no solo porque había sido su maestro, sino porque he visto cómo habían madurado en el camino de su vocación después de todo estos años. En una situación difícil y sensible como vive la Iglesia China, lograron mantener su compromiso al servicio del Evangelio y de la Iglesia a lo largo de sus años de formación. Ahora necesitan, más que nunca, que sigamos orando por ellos para que sean capaces de encarnar el ideal del sacerdocio cristiano como siervos del pueblo de Dios según el Concilio Vaticano II. Un sacerdocio no arraigado en prestigio y honores, sino en la intimidad con el Señor y la pasión por la humanidad que Dios amó tanto que incluso envió a su Hijo para estar con ellos como uno de más de ellos. 
 El Obispo Ma recibiendo un regalo de los seminaristas 
Los graduados presentaron el Presidente del seminario nacional, el Obispo Antonio Ma, una copia del Daodejing de Laozi en bambú. 

Elegí dos secciones para felicitarlos por esta ocasión y lo pongo aquí también para que lo puedan disfrutar:





天下皆知美之为美,斯恶已;

皆知善之为善,斯不善已。(道德经1) 
 Cuando uno ve que la belleza es sólo aparente, entonces simplemente es fealdad.
Lo mismo pasa con la bondad: si no es sincera, no es bondad (Tao Te Ching 1).


天道无亲,常与善人。(道德经79)
 
El Cielo no tiene favoritos pero siempre ayuda a la gente Buena (Tao Te Ching 79). 
 El P. Paco Carín con los graduados a quienes dio clase desde 2007.