Isla de Shangchuan – China

Allí murió San Francisco Javier.

Esta isla de China, que está muy cerca de Macao, es ahora lugar de peregrinación. El P. Jojo, nuestro compañero en Macao, ha dirigido muchas peregrinaciones al lugar, hasta llamar la atención de las autoridades de la zona que han decidido reconstruir la zona, embellecer el templo y rodar una breve película sobre la vida del santo.

Así va a quedar el templo dedicado a San Francisco Javier
en la isla donde murió.

Y la película la están rodando

Actores locales… con el P. Jojo en medio.


De la vida de San Francisco Javier:
“En cuanto vi esto -dice Antonio- me pareció que Nuestro Señor se lo quería llevar presto; y me preparé para velarle aquella noche del viernes al sábado. Y velándole yo toda la noche, y estando él con los ojos puestos en su crucifijo, al romper el alba víle hacer un movimiento extraño; y poniéndole una candela en la mano, estando yo solo con él, se durmió en el Señor". Una paz celestial transfiguró el rostro sonrosado del Santo. Las estrellas latían en la noche. Cristo llevaba al cielo el alma de su santo apóstol. Así murió al alba del 3 de diciembre de 1552, en la isla de Sancián (China), el gran apóstol de las Indias y del Japón. Tenía 46 años. Había recorrido 120.000 kilómetros, como tres veces la tierra. Había ido robando corazones para Dios. Quien miraba su rostro simpático y sonriente, que reflejaba lo divino, se sentía alegre y mejor. Cuando predicaba, más que sus argumentos, convencía con su santidad y con la fuerza de sus milagros.